Para retomar la cotidianidad de la vida, las personas lesionadas de médula deben aprender a convivir con su nueva condición y, desde esa realidad, adaptarse a los nuevos cuidados que el cuerpo necesita diariamente.
Cada vez que se intenta una nueva actividad, primero se deben evaluar los riegos de ella. Debemos ser ultra cuidadosos respecto de cualquier elemento o situación que pudiera hacernos daño ya que las advertencias físicas que normalmente se reciben, en nuestro caso no existen dada la ausencia de dolor en gran parte de nuestro cuerpo.
Estos son algunos consejos para tomar en cuenta:
1. Siempre verificar la temperatura del agua y ver que mientras se calienta no esté cayendo sobre nuestro cuerpo.
2. Cuidar en extremo las transferencias, especialmente si se realizan sin la ayuda una tabla de transferencia o cuando tu lesión es reciente porque la piel no está todavía preparada.
3. Ser muy cuidadosos con el manejo de pesos, especialmente en personas sin control de tronco por falta de abdominales. El movimiento de elementos muy pesados puede provocar la pérdida de equilibrio del tronco y exponernos a caídas o lesiones. Evitar estos movimientos si es que no se está acompañado.
4. Ser muy cuidadosos con el aseo personal, así como con el cuidado de la piel. Ésta se debe mantener humectada, nunca exponerla al sol sin protector solar, y estar siempre atentos a cualquier variación de color que notemos en ella. Frente a cualquier herida que no se atienda, por mínima que sea, especialmente en zonas de contacto, existe una alta probabilidad de generar una úlcera por presión. Un reposo preventivo es más corto que un reposo curativo.
5. Siguiendo con el punto anterior, otro aspecto del cuidado de la piel que debemos tener en cuenta tiene que ver con la ropa. Los botones metálicos en los pantalones, al quedar en contacto con la piel pueden generar heridas, especialmente si subimos de peso. El cinturón al apretarse mucho genera problemas en dos áreas: en la zona de las caderas, ya que hay poca carne entre la piel y el hueso; y también bajo el ombligo, cuando la hebilla es muy grande. Es preferible elasticar los pantalones o buscar otra alternativa como suspensores. En general debemos estar atentos a los detalles en la ropa que puedan generar un roce dañino para nuestra piel.
6. Los pies son una zona que requiere atención especial porque son de difícil acceso y puede olvidarse su cuidado diario. Debemos comenzar con elegir un buen calzado ya que, al haber perdido la sensibilidad, no sabremos si un zapato nos aprieta demasiado o nos causa heridas. Las uñas de los pies también son un tema delicado. Si no somos capaces de mantener nuestras propias uñas, debemos buscar ayuda profesional. Una uña mal cortada se nos puede encarnar y generar una infección, que además corre el riesgo de no percibirse a tiempo.
Estos son algunos de los temas más comunes para tener en cuenta durante la etapa en que la familia y la persona en situación de discapacidad, se adaptan a los cambios:
La elección de la silla de ruedas es una de las primeras decisiones que normalmente se toman en pos de la independencia. Hay muchos tipos de sillas y hay que ser muy acuciosos mientras se esté recolectando información ya que existen diferencias mínimas entre las sillas que puede significar un avance o un retroceso en la movilidad del lesionado. Es recomendable buscar la asesoría de kinesiólogos especializados.
Al momento de pasar al proceso de adaptar una casa, lo primero que se debe hacer es también buscar información especializada. Existen manuales en donde se dan las medidas exactas que se deben utilizar para adaptar los lugares por los que transitará la persona en silla de ruedas. Pueden encontrar uno de los manuales aquí.
En cuanto a la ayuda que la familia pueda brindar, es importante siempre preguntar cómo hacer los procedimientos a quienes estén a cargo de la persona lesionada, o a la persona en cuestión. Se debe entender que la interacción poco informada podría generar dolor o problemas de mayor gravedad. Es recomendable que la familia busque ayuda kinesiológica para que la ayuda sea positiva.